Escribo brevemente para reeducar las malas costumbres que existen a la hora de crear contraseñas, de hecho muchas de las malas prácticas están fomentadas por los mismos profesionales de la informática.
¿Qué me dirían si les digo que la contraseña «campero de malaga» (*), a pesar de parecer muy frágil, se tardaría unos 32 siglos en averiguar mientras que «aj34$A», que parece compleja, se averigua en 1 segundo?
Hay mucha gente empeñada en averiguar contraseñas para, por ejemplo, entrar en cuentas de correo para mandar spam, o realizar compras por Internet. Es por eso que dedican ordenadores a ir probando las distintas contraseñas utilizando diccionarios de palabras, las variaciones más comunes y las contraseñas más utilizadas.
Sirva esta ilustración de xkcd para explicar un poco el motivo:
Y es que lo más importante en una contraseña es su longitud y, por supuesto, que sea fácil de recordar.
Ni que decir tiene que si además de longitud utilizamos palabras que no estén en los diccionarios pues mejor que mejor.
Os dejo también una web donde podéis comprobar la fortaleza de una contraseña y lo que podría tardarse en averiguar: password.social-kaspersky.com.
(*) Para los que no sepan qué es eso de un «campero» les invito a consultar estas imágenes del campero malagueño.
